La historia de “This Man”
Corría el mes de enero del 2006, en Nueva York, y un
importante psiquiatra, al igual que otros días, abría la puerta de su
consultorio para recibir a una conocida paciente. A diferencia de otros días,
esta vez la mujer le pidió una hoja en blanco para dibujar el rostro de un
hombre al que afirmaba haber visto varias veces en sus sueños. Jamás lo había
visto despierta: ni en persona, ni en televisión, internet, revistas, libros o
algún otro medio. El extraño hombre pertenecía únicamente a su vida onírica, y sin
embargo solía darle consejos sobre su vida personal, mostrando así que conocía
abundantes detalles de la misma.
Durante aquella consulta, la mujer y el psiquiatra hablaron
del misterioso sujeto, pero después el psiquiatra dejó el dibujo de la paciente
sobre el escritorio, olvidando el tema hasta que cierto día, otro paciente que
entraba por primera vez desde que el dibujo había sido hecho, se fijó en el
retrato del enigmático hombre y le dijo que él conocía al hombre del dibujo,
que lo había visto varias veces en sus sueños, pero jamás se lo había
encontrado mientras estaba despierto.
Como buen profesional, el psiquiatra vio que el hombre decía
la verdad (fijándose en el movimiento de sus manos, en la dilatación de las
pupilas y en otros detalles), y eso lo dejó intrigado y pensativo en torno al
hombre del retrato, por lo cual decidió enviar copias del dibujo a algunos de
sus colegas psiquiatras que tenían pacientes con sueños recurrentes.
Un par de meses después, el psiquiatra se enteró de que
cuatro personas más, todas pacientes de los colegas a los cuales envío el
retrato, habían reconocido al misterioso hombre, afirmando haberlo visto varias
veces en sueños, pero nunca en la realidad. Nadie le ponía un nombre al hombre
de los sueños, todos se referían a él como “this man” (“este hombre”), de modo
que “This Man” acabó transformándose en la forma más común de designarlo.
Todo lo anterior tuvo lugar en el 2006, pero actualmente
existen alrededor de 2.000 testimonios de distintas personas que han visto en sueños
a This Man, y esas personas ya no son solo estadounidenses sino gente de
ciudades como Berlín, Sao Paulo, Teherán, Pekín, Roma, Barcelona, Estocolmo,
París, Nueva Delhi, Moscú entre otras.
Todavía los expertos no han podido encontrar rasgos comunes
o vínculos verificables entre quienes han visto a This Man; y, paralelamente,
no se ha reportado ningún hombre vivo cuyo rostro coincida con el inquietante
hombre que tantos han visto al dormirse.
Algunos sueños
Los sueños reportados sobre This Man son tantos que podría
hacerse un libro con ellos, aunque no todos se pueden encontrar en la web y, de
aquellos que sí se pueden encontrar, hemos elegido tres a modo de ejemplo,
poniéndolos exactamente en las palabras con que fueron referidos por las
personas que los vivieron:
Sueño 1: “Yo vi a este hombre en mi sueño, vestido como
Santa Claus. Cuando apareció me sentí tan feliz, al igual que cuando yo era una
niña pequeña. Entonces me sonrió y su cabeza se convirtió en un globo, flotando
en el aire por encima de mí, pero no importó el esfuerzo con que traté de
atraparlo, no pude llegar a él.”
Sueño 2: “He visto a este hombre en tres sueños
completamente diferentes. Era ligeramente diferente de la imagen, pero lo
reconocí inmediatamente. Él apareció repentinamente y desapareció de la misma
manera. Su mensaje en todos mis tres sueños fue: “Se acabó”. Eso fue repetido
tres veces en cada uno de los sueños. Las diferencias entre la imagen y el
hombre de mis sueños son: su el pelo era un poco más largo en la parte superior;
sus cejas no eran tan tupidas. Fuera de eso él es idéntico. No tuve miedo de
él, pero sí muchas preguntas.”
Sueño 3: “He tenido este sueño recurrente desde hace algunos
años. Un hombre alto, moreno, me muestra una foto y me pregunta si puedo
reconocer a mi padre en ésta. El hombre de la foto es este hombre que nunca he
visto antes, él no se ve para nada como mi padre, sin embargo, yo
inexplicablemente respondo que reconozco a mi padre. En este punto, por lo
general me despierto sintiéndome muy tranquilo. Otras veces el sueño continúa,
y yo estoy delante de la tumba de mi padre, pongo algunas flores en el suelo, y
me doy cuenta de que la fotografía sobre la lápida está perdida.”