jueves, 31 de octubre de 2013

El cartucho maldito de The Legend Of Zelda Majora's Mask.

Esto comenzó cuando un joven que no contaba con mucho dinero le regalaron un nintendo 64, el quería juegos pero por lo ya mencionado no le alcanzaba, decidió que era buena idea comprar cartuchos usados. Tuvo suerte porque al siguiente día hubo un anciano abrió una venta de garaje, en la cual, entre muebles, lamparas, herramientas y otros objetos, gritaba su presencia un pequeño cartucho... Majora's Mask.
En cuanto al viejo, bueno, digamos que su apariencia no inspiraba tanta confianza al joven: habia algo extraño y siniestro en su rostro, en algunos de sus gestos y sobre todo en la mirada perdida en el infinito de sus pequeños ojos negros... A pesar de eso,después de preguntar si funcionaba el chico se arriesgo a comprarle el viejo cartucho - ya un poco desgastado, negro y con el nombre "Majora's" escrito con marcador rojo-sangre - al anciano. No le preocupo la rara apariencia del juego: pensó en aquello que se debía a excentricidades de su antiguo dueño que... ¿quien sabe?... alomejor era uno de esos goticos extravagantes... Así, el chico se lleva el cartucho sin sospechar que aquello sería el inicio de una larga pesadilla.
Cuando encendió el juego se dio cuenta de que debía tratarse de una versión beta porque habían pequeños errores en las texturas, nada grave, fuera de eso todo parecía estar bien. Aparte había una partida  bastante avanzada bajo el nombre de "Ben" pero el chico quería empezar desde cero asi que creo una partida propia en que bautizó a su personaje como "Link".
Al empezar a jugar creyó que todo seria normal hasta que, habiendo ya avanzado en la historia, se percató que en definitiva la programación del juego hacia que, sin explicacion alguna o patron logico perceptible, unas veces aparecía el nombre de "Ben" y otras el de "Link". El chico, que sabia algo de informatica, penso que aquello se debía a algun extraño bug y opto por borrar la partida de "Ben" a ver si asi se acababa el problema. Sucedio justo lo contrario: empezaron a pasar cosas muy extrañas, escalofriantes en algunos casos.Comenzó o a sonar la musica alreves, a aparecer dialogos muy extraños, a ocurrir cosas ajenas a la trama original del juego, 

a surgir glitches, risas macabras de fondo, etc. Y todo eso repitiéndose, volviendo una y otra vez…

Lo peor vino cuando el juego se reseteó solo y creó un archivo llamado “Drowned” (‘ahogado’ en español). Fue allí que Skull Kid (el antagonista principal del juego) se le empezó a aparecer todo el tiempo, asesinándolo de forma instantánea cada vez que aparecía; fue a partir de eso que Link empezó a aparecer contorsionado en posiciones igual o más demoníacas que las que salen en el film "El exorcista". Incluso Link llegó a aparecer de forma tétrica como un zora que moría ahogado (cuando los zoras pueden respirar bajo el agua…).


Todo lo anterior resultó perturbador y a veces aterrador para el chico que adquirió aquel cartucho. Pensó en dejarlo, quiso dejarlo pero no pudo porque la curiosidad y la fascinación lo anclaban ante aquellas visiones siniestras que desfilaban por la pantalla. Disfrutaba y a la vez sentía la angustia de la perturbación viendo como el nombre de “Ben” volvía una y otra vez junto a Skull Kid que, entre horrendas risas de fondo y música invertida, lo asesinaba sin piedad.


“Afortunadamente” el chico llegó a un punto en que ya no aguantó más y decidió ir a ver al anciano para que le diga quién era ese tal Ben. Pero el viejo no estaba, había desaparecido junto a las respuestas que de él podía obtener. Desesperado, fue a averiguar entre los vecinos a ver si alguien sabía dónde había ido el viejo y si en efecto vivía donde él creía que vivía. Y sí, vivía en la casa del garaje y, según le dijeron, era un tipo muy raro y algo ermitaño, un hombre al que rara vez se lo veía pues casi nunca salía de casa. Desgraciadamente había salido justo cuando él lo había ido a buscar pero, lejos de esperar a que vuelva, se dejó llevar por la ansiedad y preguntó por Ben. La respuesta que recibió le heló la médula: le dijeron que Ben era un muchacho que vivía en la casa en que ahora vive el anciano y que, hace ocho años, Ben tuvo un horrible accidente en el que…murió ahogado…


Se dice que el chico de la historia que les he contado aún vive con el temor en la sangre, que nunca más volvió a jugar Majora’s Mask, que tiene miedo de meterse al mar, que a veces sueña con que Skull Kid lo asesina y que vendió el cartucho a alguien que pidió reservar su identidad en secreto…Vaya Dios a saber quién será el portador del cartucho maldito y cuántos locos (incluyendo el que les ha contado la historia) darían una buena cantidad de dinero por el cartucho negro de las letras rojas.

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