viernes, 4 de abril de 2014

¿Y si te sigo?

Caminaba por una calle oscura mientras lo demás de alrededor mío se desvanecía, era tan raro, comencé a escuchar unos pillidos que cada vez se hacían más fuertes.
En ese momento abrí los ojos, no sabía que estaba soñando todo parecía tan real pero me percate que mi alarma no dejaba de sonar, estire un poco la mano para alcanzar mi celular y apagar la alarma. Me levante y como de costumbre me prepare para ir al instituto que por cierto estaba un poco lejos de mi casa, pero no importaba me gustaba caminar. Mientras caminaba hacia la escuela me di cuenta que las personas me veían demasiado, no imagine porque y seguí mi camino.
Llegando al instituto como siempre mi mejor amigo me saludo y yo le devolví el saludo con una sonrisa; pero él me miro extraño, se acercó lentamente a mí y me pregunto: ¿Que tienes? ¿Te pasa algo? Esas preguntas me inquietaron y le cuestione sus preguntas; me contesto que mi mirada había cambiado que se veía como una mirada de dolor y a la vez de locura. Me estremecí un poco por su contestación por lo cual le pedí que ya no habláramos del tema. Todo paso normal hasta la hora de salida; me despedí de él y de mis compañeros, tome el camino a mi casa. Camine unas cuantas cuadras cuando de repente una señora me agarro del hombro y me hablo al oído: Hola ¿Cómo estás? Me di la vuelta y me le quede mirando fijamente, como una señora que ni siquiera conocía me estaba hablando, le respondí con un ¿Disculpe la conozco?, ella no me contesto solo me sonrió por lo  cual hice su misma acción, me despedí alzando la mano y me fui. Fui muy  extraño, inquietado llegue a mi casa pero no había nadie, algo ya muy normal. Me dirigí a mi cuarto deje la mochila en el sillón y me tire a la cama. Sentí como la cama se hundió un poco al lado mío, me asuste y me levante repentinamente me pregunte a mí mismo que estaba pasando todo el día fue de locos me habían pasado muchas cosas extrañas, intente de nuevo no darle importancia y dormir un poco pero antes de hacerlo se oyó el timbre de mi casa, corrí escaleras abajo y abrí la puerta. Tal fue mi sorpresa al ver la misma señora que hace poco me había encontrado camino del instituto a mi casa. No me dio tiempo de hablar y paso de largo a mi sala, no sabía que hacer por un momento pensé que me robaría o algo por el estilo pero quite esos pensamientos de mi cabeza porque se veía muy anciana como para hacerlo. Ya que no me quedaba de otra más que dejarla que se quedara un rato, le ofrecí un vaso de agua. A lo cual me respondió: ¿Vives desde hace mucho tiempo aquí Arturo? Me quede sorprendido “como sabia mi nombre” pensé. Le respondí: No, hace poco que me acabo de mudar.
-Oh Ya veo, ¿y quien es tu amigo que te sigue a todos lados? Imagine que me hablaba de Mark mi mejor amigo del instituto y le conté un poco de él. A lo cual ella con una sonrisa me dijo: no hablo de él, hablo de tu otro amigo que cada vez se comporta más extraño lo he visto molestar a las demás personas que se te juntan.
-¿Pero qué diablos?, yo no tengo otro amigo- conteste.
-¿Por qué lo niegas? Él te quiere y yo sé que han hecho muchas cosas juntos, solo ten cuidado porque puede llegar a casos extremos-. Dejo el vaso del agua en la mesita de la sala, se levantó del sillón, camino hacia la puerta se despidió con una sonrisa y se fue mientras yo seguía sentado en el sillón con una cara de estupefacción. No me lo podía creer de cual amigo me hablaba.
Fue tan extraña esa conversación, decidí olvidarlo y seguir con mi vida, pasaron algunas semanas hasta que una alarmante noticia sorprendió a todos, habían matado a varias personas en una misma noche sin dejar sospechas, lo más raro es que todas eran de mi misma edad y del mismo instituto que yo. ¿Qué estaba pasando? No lo entendía y así era cada día, aparecían muertos por todas partes. Nadie sabía quién había hecho esas espeluznantes atrocidades.

Pero les cuento algo, eso paso hace bastante tiempo hoy en día solo estoy a un lado de mi cama dibujando como loco cada atrocidad que se me viene a la mente pero sin poder hacerlo porque me tienen encerrado en un hospital por que por más que les digo mi versión de lo que hice no me creen. ¿Qué que les dije?.Pues algo muy sencillo; “Ahí alguien que me sigue”.


Cindy Quiñones

No hay comentarios:

Publicar un comentario